NUESTROS OJOS EN VERANO

Con la llegada del verano y las vacaciones estamos más expuestos al sol, al calor y a las actividades al aire libre más que el resto del año. Es muy importante no perder de vista estas recomendaciones para mantener la salud de nuestros ojos en la temporada estival.

-Protege tus ojos de la radiación ultravioleta: Al igual que la piel, la radiación solar puede dañar nuestros ojos. Aumenta las probabilidades de padecer de cataratas o dañar la retina. No importa si aún eres muy joven, los daños por exposición a los rayos UV A y B se acumulan a lo largo de toda nuestra vida. La mejor protección son unas gafas de sol certificadas, compradas en tiendas especializadas con todas las garantías (¡Olvídate del mercadillo!). También las gorras con visera o los sombreros de ala ancha te ayudarán a protegerte del sol.

-Mantén tus ojos bien hidratados: tanto el calor como el aire acondicionado evaporan rápidamente la capa de lágrimas que protege la superficie de nuestros ojos. Y lo mismo sucede si dedicamos varias horas a las pantallas de ordenador, tablet o móvil. Mantener una buena hidratación protegerá tus ojos, evitará el enrojecimiento o sensación de arenillas y la visión borrosa que origina la sequedad. Pide a tu médico oftalmólogo que te recomiende unas gotas adecuadas para ti. No son todas iguales, ni todo lo que moja el ojo sirve para hidratar. Y no te olvides de llevarlas a mano si viajas en avión: el aire deshidratado de la cabina secará tus ojos especialmente en viajes prolongados.

-Protégete de lesiones graves: muchos deportes implican riesgo de traumatismo ocular, ocasionando lesiones graves y en ocasiones irreversibles que conllevan a la pérdida de visión permanente. Si vas a practicar pádel, deportes de contacto, o actividades de riesgo no olvides proteger tus ojos adecuadamente.

– Portadores de Lentes de contacto: NO USARLAS NUNCA DENTRO DEL AGUA. No sumergirse en el mar, piscina o ríos con ellas, tampoco ducharse con ellas. El contacto con el agua puede conllevar a infecciones en la córnea por bacterias muy agresivas como la pseudomona y otros gérmenes, que nos pueden hacer perder la visión ocular por las cicatrices que dejan al curar y acabar en transplantes de córnea. Te recomendamos usar gafas de sol graduadas o gafas protectoras herméticas para sumergirte en el agua.

Procura traer de tus vacaciones sólo buenos recuerdos. Y cualquier duda que tengas, ya sabes: consulta con tu médico oftalmólogo.

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